Nuestro Vision

Visión y proyección permanente:
Dios a través de Jesucristo nos ha hecho participantes de su nuevo pueblo, la iglesia, (Efesios 2:14-22). La iglesia como el pueblo de Dios tiene una misión definida, ser testigos del Señor Jesucristo, hasta lo último de la tierra en el poder del Espíritu Santo, (Hechos 1:8) Y hacer discípulos en todos los lugares del mundo, enseñándoles que guarden lo que Jesús ha enseñado, (Mt. 28:19-20). Entendemos que esa es la misión esencial aunque la iglesia cumple inumerables tareas que están ligadas a esta misión mayor.
Para cumplir la misión que Dios quiere para la iglesia, hemos puesto cuatro categorías que nos ayudan como guias para cumplir el cometido de la iglesia.

Visión Evangelizadora. Compartir las buenas nuevas de salvación en: la comunidad y en el mundo entero
1. A nivel de la comunidad local, en el área metropolitana de la iglesia con diversos métodos.
2. A nivel internacional, a través de las misiones mundiales.

Visión Discipuladora. Compartir las enseñazas de la Biblia dentro de la iglesia y fuera de la iglesia.
1. Dentro de la iglesia:

2. Fuera de la iglesia:

Visión Misionera. Local e internacional.
1. Local:

2. Internacional:

Visión Pastoral. Amor, servicio, cuidado, alimento, instrucción, dirección, visión.
1. Desde el pastor
2. Desde los líderes
3. De los unos a los otros.

Tema y metas para el año 1999

Tema para el año: Creciendo todos y totalmente

Meta de crecimiento para cada miembro: Una relación más íntima y profunda con Dios, amor real a Dios y testimonio de una nueva vida.

Meta de crecimiento comunitario: Amor profundo para los demás, servicio y cuidado constante primeramente a los de la familia de la fe y también a los no creyentes. Compromiso serio con la iglesia local.

Meta numérica para el año: 200 asistentes, 120 miembros

Motivación, ánimo y realidad:
“ Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado. Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado” ( I Juan 3: 23-24).

“Yo plenté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor” (I Corintios 3:6-8)

“Y crecía la palabra del Señor, y el número de discípulos se multiplicaba grandemente…” (Hechos 6:7). “No temas, sino habla, y no calles; porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad” (Hechos 18:9b-10). Amén.